Los checos y los eslovacos pertenecen a la rama occidental de los eslavos. Una parte de las tribus eslavas, provenientes de la antiquísma región de los eslavos entre el Dniéster y el Vístula, se desplazaron hacia el centro de Evropa ya en la época anterior a la »migración de los pueblos«.
A principios del siglo VII las trubus eslavas residentes en esta parte de Europa se agruparon, creando una especie de federación bajo el mando de un mercader franco llamado Sámo para protegerse mejor contra las incursiones de los ávaros.