Inscrito en 1993 como Patrimonio de la Humanidad.
Este es el camino que, desde la frontera hispano-francesa, siguieron y aún siguen los peregrinos a Santiago de Compostela. A lo largo del Camino se distribuyen alrededor de 1800 edificios, tanto religiosos como seculares, de gran valor histórico. El Camino jugó un papel fundamental en el intercambio cultural que la Península Ibérica mantuvo con el resto de Europa durante la Edad Media. Sigue siendo un testimonio del poder de la fe cristiana en personas de todas las clases sociales y procedentes de toda Europa. Desde hace más de ocho siglos, el culto al apóstol Santiago tiene como consecuencia un flujo interminable de peregrinos.