Un proverbio notoriamente conocido dice que “los que no estudian historia, están destinados a repetirla”. Los eventos, tendencias y estrategias que se manifiestan en la América Latina contemporánea ponen este refrán en duda o, por lo menos, lo modifican a “los que estudian historia pueden repetirla sin cometer sus errores”. La historia de la que Suramérica intenta de aprender se denomina hoy en día la vieja izquierda. Su trayectoria evolucionó al neoliberalismo que muy pronto funcionó como una catálisis para el surgimiento de la nueva izquierda latinoamericana (Garavito, Barrett & Chavez, 2005).